Las fábricas inteligentes podrían sumar billones a la economía.
Ya sea que uses el término Industria 4.0, Internet industrial de las cosas (IIoT) o Fábricas inteligentes (Smart Manufacturing), queda claro que el mundo industrial está impactado por el poder de la tecnología, afectando también a la cadena de valor y los métodos de producción. El cambio es tan grande que las fábricas inteligentes podrían sumar billones a la producción general del sector industrial en los próximos cinco años. Esto se debe al efecto turbocargado de la tecnología inteligente, que permite a las fábricas producir más y a la vez reducir los costes.
¿Qué queremos decir con SMART?
El Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) define este nuevo panorama como «sistemas de fabricación colaborativos totalmente integrados que responden en tiempo real para satisfacer las demandas y condiciones cambiantes en la fábrica, en la red de suministro y en las necesidades del cliente». La convergencia y la conexión es otra forma de decir integrado y colaborativo. Aquí es donde la fabricación se beneficia de un efecto multiplicador, ya que las tecnologías operativas y de información logran la fuerza en combinación y mejoran la eficiencia en todos los niveles.
Los sistemas de fabricación están aprovechando la gama completa de tecnologías nuevas y emergentes. Internet es la base, que une equipos, sensores, herramientas analíticas y personas de formas cada vez más complejas e ingeniosas. Big data, robótica, aprendizaje automático, inteligencia artificial, realidad aumentada, impresión 3D, análisis predictivo: todas estas cosas y más ahora están convergiendo. Y con el mayor nivel de control y supervisión que aportan, ahora podemos construir un «gemelo digital» de un sistema de fabricación completo, y así optimizar el rendimiento del negocio creando un perfil en tiempo real de un objeto o proceso físico.
Los faros muestran el camino
Los beneficios de construir y operar una fábrica inteligente van más allá de la simple producción de bienes. Abarcan la planificación, la logística de la cadena de suministro y todos los aspectos del desarrollo de productos y la innovación. Las empresas que no adoptan las tecnologías y prácticas de fabricación inteligente corren el riesgo de quedarse atrás, por lo que estamos viendo un número creciente de fábricas en todo el mundo que ejemplifican las ventajas de la fabricación inteligente.
Entonces, ¿cómo es la fábrica del futuro? El Foro Económico Mundial ha destacado nueve de las fábricas más inteligentes del mundo, designándolas «faros» que iluminan los beneficios de la cuarta revolución industrial. Eso significa que han desplegado tecnologías inteligentes de manera integral, manteniendo a las personas y la sostenibilidad en el centro de la innovación. Entre estos modelos se encuentra la fábrica de Le Vaudreuil de Schneider Electric en Francia.
Predicar con el ejemplo
Le Vaudreuil es un ejemplo perfecto de convergencia y automatización. Basándose en la tecnología EcoStruxure de Schneider Electric, la fábrica utiliza una amplia gama de herramientas digitales para mejorar y controlar las operaciones. EcoStruxure es una arquitectura y plataforma versátil y flexible habilitada para IoT que conecta las tecnologías operativas con las últimas tecnologías de la información.
Tan pronto como accedes a la fábrica, experimentas el futuro de la fabricación. Por ejemplo, los mini centros de datos almacenan localmente datos críticos del sitio, lo que permite una mayor accesibilidad y control de seguridad, todas las llaves USB deben pasar a través de un terminal de descontaminación y los sensores monitorizan la maquinaria para predecir, en lugar de reaccionar, a las necesidades de mantenimiento. Además, la realidad aumentada acelera las operaciones y el mantenimiento, lo que resulta en mejoras de productividad de hasta un 7 por ciento, mientras que la innovación energética logra ahorros de hasta un 30 por ciento. Esta fábrica no sólo muestra los beneficios obtenidos de las diferentes tecnologías inteligentes, sino también la facilidad con la que cualquier empresa puede iniciar su propio viaje digital.
Soluciones de la era espacial
Como fabricante de materiales de alto rendimiento, Saint-Gobain requiere grandes cantidades de energía para atender a clientes tan diversos como el Museo del Louvre y el pionero de la tecnología espacial SpaceX. A través de la innovación digital, su objetivo es reducir su consumo de energía y, a su vez, reducir las emisiones de carbono en un 20 por ciento para 2025. Saint-Gobain es otro beneficiario de la plataforma EcoStruxure de Schneider Electric, que impulsa la eficiencia operativa y energética. Para rastrear el consumo y el gasto, Saint-Gobain utiliza el software basado en la nube de EcoStruxure para proporcionar una visión integrada de los datos de energía y sostenibilidad, y para generar información sobre cómo ahorrar. Durante la última década, el fabricante ha ahorrado millones de dólares a través de tecnologías conectadas, ayudándolo a financiar más investigación y desarrollo.
¿Qué sigue para las fábricas inteligentes?
La única certeza sobre la tecnología inteligente es que continuará evolucionando. Ya estamos hablando de Industry 5.0, que se centrará en el elemento humano. Si la Industria 4.0 trata sobre la interconectividad de la máquina y el sistema, la Industria 5.0 verá los roles humanos y de la máquina fusionarse y volverse mutuamente reforzados y complementarios. Esto implicará los llamados cobots (robots colaborativos) que trabajan junto con sus homólogos humanos para crear fuerzas combinadas.
Aunque el aprendizaje automático y la inteligencia artificial están impulsando la fabricación inteligente, el aporte humano sigue siendo esencial. Si bien las nuevas tecnologías poseen una gran autonomía, los humanos deben proporcionar dirección y control, y además de supervisar la tecnología, son necesarios para recopilar, comparar, analizar y aplicar datos. La tecnología tiene un papel dominante y creciente, pero el mensaje clave es que las fábricas inteligentes están potenciando la fuerza laboral humana, no reemplazándola.
Otro desarrollo importante es la llegada de 5G. Traerá descargas más rápidas y respuestas más rápidas de las aplicaciones como resultado de una menor latencia. Los sensores se volverán aún más extendidos y receptivos, y las empresas podrán reaccionar a la información en tiempo real. Un consorcio en el Reino Unido ahora está probando la tecnología 5G para evaluar cómo puede hacer que las fábricas inteligentes sean aún más inteligentes. Entre las posibles aplicaciones se encuentran el mantenimiento preventivo y el control de máquinas de forma remota.
Con la Industria 4.0 ya aquí y la Industria 5.0 en camino, está claro que los fabricantes que desean seguir siendo competitivos deben adoptar las últimas tecnologías digitales.
Fabricación inteligente: cómo añadir valor a su negocio
El potencial del Internet de las Cosas Industrial (IIoT) radica en la capacidad de vincular los sistemas de automatización con los sistemas de planificación, programación y ciclo de vida del producto de la empresa.
Fuente: Oscar Garrido